jueves, 16 de octubre de 2014

Prohibida...


Eres fruta prohibida
Como aquella del jardín del edén
Entonces…
¿Cómo he de tenerte sin perder la razón?
¿Sin perecer?
Quiero ser eterna justo a ti.
Báñame de esa pureza
Que nace de tus ojos
En cada mirar,
Que fluye de tus besos,
Cada que nos encontramos.
Cada caricia tierna,
Sin malicia
Que diriges a mi ser.
¿Cómo imitarte?
¿Cómo dejar de ver
cuando has abierto los ojos?
No puedo dejar de sentir el calor
Ahora que he tocado la flama de tu piel
Has encendido en mí
Algo que jamás se apagará
Algo que te pertenece
Y de nadie más será.
Esto que hacemos es nuestro,
Nadie puede deshacerlo,
Soy tuya,
Te pertenezco,
No pretendo ser tu dueña,
Ni ser la única a la que tu corazón pertenezca
Me basta saber que soy la primera
Saber que hago tu corazón latir
Y tu respiración acelerar.
Que al pronunciar mi nombre,
Es lo mismo que hablar en el idioma del amor.
Todos los días te pienso.
Eso será hasta el final de mis días.

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